Buenos días pakillos!
Seguimos con nuestro periplo neoyorkino!
Día 4: Martes 4 de octubre
Empezamos el día desayunando en Carve Café, una pequeña cafetería de la octava, a la altura de la 44. Desayunamos unas tortitas de arándanos y fresas y unos huevos con beicon, todo muy light! Las tortitas te las ponen con un sirope, que la primera vez que lo probé me supo raro, pero ya luego le vas cogiendo el gustillo. Sabe como a caramelo, sin serlo...
Todo esto y unas botellitas de agua, 20,52$. El sitio lo llevan latinos, así que para quien tenga problemas con el idioma, es el lugar perfecto! Aún así, es muy fácil encontrar gente que hable castellano en Nueva York! ;)
Como para este día estaban anunciados lluvia y frío, decidimos que era el mejor día para hacer la Excursión de Contrastes. Me la había recomendado tanta gente, y tenía tan buena pinta, que no nos pudimos resistir!
La reservamos por internet en Viator allí mismo, ya que estábamos pendientes del tiempo para cogerla. Nos costó en total 110$ los dos. Nos recogieron en un microbus muy cerca de nuestro hotel, en la octava con la 44, y nos llevaron a visitar las zonas de Harlem, El Bronx, Queens y Brooklyn.
La excursión dura 5 horas, y la verdad es que resulta muy interesante ya que el conductor va todo el rato hablando y explicándote la historia de los sitios que vas visitando con la guagua. En cada zona realiza al menos una parada, y la verdad es que se hace muy ameno.
Me recomendaron hacerlo un sábado, ya que en Brooklyn se visita el barrio judío más conservador, y al ser su día sagrado, salen a la calle, no pueden usar electricidad y es más curioso de ver. Nosotros tuvimos la suerte de que ese martes se celebraba el Año Nuevo judío, así que era como un sabat pero a lo grande! Es curioso ver cómo visten y cómo viven en pleno siglo XXI.
El micro luego te puede dejar donde mismo te recogió, o al otro lado del puente de Brooklyn. Nosotros elegimos esta opción para turistear. nos dimos un buen paseo por la zona. Casas de 3 pisos unifamiliares y mucha tranquilidad, vale la pena callejear un rato!
Aprovechando que el día levantaba, nos compramos un bocadillo de langosta en Luke's Lobster y nos lo comimos con vistas a Manhattan. Este sitio me lo había recomendado mi amiga Elena, y fue de los que más me gustó!
El bocadillo estaba riquísimo y no es algo que se pueda comer en cualquier parte. Nos acogimos al menú de bocadillo, paquete de papas y bebida, y nos costó todo 43,55$. Teniendo en cuenta que estás comiendo langosta de Maine, hasta barato me parece!
Después de comer nos dimos un paseíto por Dumbo, el barrio de artistas de Brooklyn y nos tomamos un trocito de tarta y dos pequeños pasteles en One Girl Cookie por apenas 7$. Sabían tanto azúcar que tuvimos que tomarnos al menos 5 vasos de agua!
No puedes ir a Brooklyn y no cruzar el puente hasta Manhattan, así que nosotros, como turistas obedientes, eso hicimos! :)
Del otro lado visitamos el City Hall y Saint Paul's Chapel, y como ese día todavía no nos habíamos cansado tanto (creo que en total hicimos 12 kms), decidimos meternos en Century 21 a gastar dinerito! :D
El Century 21 es un outlet, en la Zona Cero, que tiene absolutamente de todo. Desde menaje del hogar, pasando por gafas, relojes y bolsos, hasta ropa de hombre mujer y niño. Nos pasamos allí dentro alrededor de 4 horas, y aún así no lo vimos todo!
Yo aproveché para comprarme unos buenos vaqueros, dos pares de gafas de Sol, un reloj, un abrigo y algunas cosillas chulas que vi de ropa. No es baratísisimo porque sólo vende marcas, pero en esas marcas sí que puedes encontrar grandes descuentos!
Como de ahí salimos muertos, ya cogimos el metro en dirección a nuestro barrio.
El metro lo cogimos varios días y la verdad es que, salvo que cierran líneas casi sin aviso, la experiencia fue buena. Desde el primer día compramos la tarjeta Metrocard, que la puede usar más de una persona, e íbamos recargándola a medida que se iba gastando.
A mí me daba un poco de respeto porque es como lúgubre y antiguo, pero lo cierto es que nos sentimos seguros siempre que lo usamos. Para moverse barato (2$ y un poco) rápidamente por la ciudad, es lo mejor!
Esa noche cenamos en la hamburguesería Five Guys de la 42, muy cerca de Times Square. Sus paredes están recubiertas de artículos de prensa y premios recibidos, y aunque el sitio es cutrillo, tanto la hamburguesa como las papas estaban muy ricas!
Dos hamburguesas con todo y una de papas para compartir (miren todas las que venían), en total 20,98$ :)
Y con esto acaba el día 4.
Pakibesooos!!!
Seguimos con nuestro periplo neoyorkino!
Día 4: Martes 4 de octubre
Empezamos el día desayunando en Carve Café, una pequeña cafetería de la octava, a la altura de la 44. Desayunamos unas tortitas de arándanos y fresas y unos huevos con beicon, todo muy light! Las tortitas te las ponen con un sirope, que la primera vez que lo probé me supo raro, pero ya luego le vas cogiendo el gustillo. Sabe como a caramelo, sin serlo...
Todo esto y unas botellitas de agua, 20,52$. El sitio lo llevan latinos, así que para quien tenga problemas con el idioma, es el lugar perfecto! Aún así, es muy fácil encontrar gente que hable castellano en Nueva York! ;)
Como para este día estaban anunciados lluvia y frío, decidimos que era el mejor día para hacer la Excursión de Contrastes. Me la había recomendado tanta gente, y tenía tan buena pinta, que no nos pudimos resistir!
La reservamos por internet en Viator allí mismo, ya que estábamos pendientes del tiempo para cogerla. Nos costó en total 110$ los dos. Nos recogieron en un microbus muy cerca de nuestro hotel, en la octava con la 44, y nos llevaron a visitar las zonas de Harlem, El Bronx, Queens y Brooklyn.
La excursión dura 5 horas, y la verdad es que resulta muy interesante ya que el conductor va todo el rato hablando y explicándote la historia de los sitios que vas visitando con la guagua. En cada zona realiza al menos una parada, y la verdad es que se hace muy ameno.
Me recomendaron hacerlo un sábado, ya que en Brooklyn se visita el barrio judío más conservador, y al ser su día sagrado, salen a la calle, no pueden usar electricidad y es más curioso de ver. Nosotros tuvimos la suerte de que ese martes se celebraba el Año Nuevo judío, así que era como un sabat pero a lo grande! Es curioso ver cómo visten y cómo viven en pleno siglo XXI.
El micro luego te puede dejar donde mismo te recogió, o al otro lado del puente de Brooklyn. Nosotros elegimos esta opción para turistear. nos dimos un buen paseo por la zona. Casas de 3 pisos unifamiliares y mucha tranquilidad, vale la pena callejear un rato!
Aprovechando que el día levantaba, nos compramos un bocadillo de langosta en Luke's Lobster y nos lo comimos con vistas a Manhattan. Este sitio me lo había recomendado mi amiga Elena, y fue de los que más me gustó!
El bocadillo estaba riquísimo y no es algo que se pueda comer en cualquier parte. Nos acogimos al menú de bocadillo, paquete de papas y bebida, y nos costó todo 43,55$. Teniendo en cuenta que estás comiendo langosta de Maine, hasta barato me parece!
Después de comer nos dimos un paseíto por Dumbo, el barrio de artistas de Brooklyn y nos tomamos un trocito de tarta y dos pequeños pasteles en One Girl Cookie por apenas 7$. Sabían tanto azúcar que tuvimos que tomarnos al menos 5 vasos de agua!
No puedes ir a Brooklyn y no cruzar el puente hasta Manhattan, así que nosotros, como turistas obedientes, eso hicimos! :)
Del otro lado visitamos el City Hall y Saint Paul's Chapel, y como ese día todavía no nos habíamos cansado tanto (creo que en total hicimos 12 kms), decidimos meternos en Century 21 a gastar dinerito! :D
El Century 21 es un outlet, en la Zona Cero, que tiene absolutamente de todo. Desde menaje del hogar, pasando por gafas, relojes y bolsos, hasta ropa de hombre mujer y niño. Nos pasamos allí dentro alrededor de 4 horas, y aún así no lo vimos todo!
Yo aproveché para comprarme unos buenos vaqueros, dos pares de gafas de Sol, un reloj, un abrigo y algunas cosillas chulas que vi de ropa. No es baratísisimo porque sólo vende marcas, pero en esas marcas sí que puedes encontrar grandes descuentos!
Como de ahí salimos muertos, ya cogimos el metro en dirección a nuestro barrio.
El metro lo cogimos varios días y la verdad es que, salvo que cierran líneas casi sin aviso, la experiencia fue buena. Desde el primer día compramos la tarjeta Metrocard, que la puede usar más de una persona, e íbamos recargándola a medida que se iba gastando.
A mí me daba un poco de respeto porque es como lúgubre y antiguo, pero lo cierto es que nos sentimos seguros siempre que lo usamos. Para moverse barato (2$ y un poco) rápidamente por la ciudad, es lo mejor!
Esa noche cenamos en la hamburguesería Five Guys de la 42, muy cerca de Times Square. Sus paredes están recubiertas de artículos de prensa y premios recibidos, y aunque el sitio es cutrillo, tanto la hamburguesa como las papas estaban muy ricas!
Dos hamburguesas con todo y una de papas para compartir (miren todas las que venían), en total 20,98$ :)
Y con esto acaba el día 4.
Pakibesooos!!!
Qué rico el bocata de langosta!!!! AB;)
ResponderEliminarDemasié!!!
Eliminar